Hace unas semanas, te insté a que te fijases tus propios objetivos, y realizases unos ejercicios para empezar a trabajar con ellos, tranquilo, se que estás ya en la brecha… ¿te va bien? ¿O no has empezado? En fin, no soy nadie para entrometerme en tu camino vital por el éxito, simplemente fue un consejo… si quieres repasar, o no los conoces, aquí los tienes, en ¡Hoy nos han puesto deberes! I y ¡Hoy nos han puesto deberes! II
Y sé que a más de unos nos repatea el tener que escribirlos… ¿El motivo? Pues de todo tipo: Pereza, engañarnos a nosotros mismos creyendo que los llevamos en la cabeza “yo no necesito hacerlo, tengo buena memoria”, y la cabecita falla ¡y mucho! Creernos más listos… ¡en fin! multitud de motivos.
Pero yo me pregunto: ¿no merece la pena tener fijados los objetivos tu vida por escrito?
Recapacita sobre esta última pregunta… ¿no apuntas tonterías?, ¿no pierdes el tiempo en el trabajo con Excel, Word, etcétera…?¿ no haces albaranes de compra, no preparas facturas?… ¿no pierdes el tiempo con tonterías? ¿Y a tu vida? ¿No le haces un huequito? ¡Dale la importancia que se merece!
Creo que esta sencilla practica, nos puede ayudar a fijar los objetivos, a revisarlos, y a motivarnos cuando vayamos viendo que se han ido cumpliendo, ¡nos sentiremos mejor! De esta forma, escribiéndolos, transformaremos deseos en objetivos…
Al tener escritos nuestros objetivos en los diferentes ámbitos de nuestra vida, laboral, familiar, personal, de salud…sabremos a donde queremos llegar, por qué y para qué… lo que hagamos en la vida, y no esté dentro de estos objetivos, se considerará por tu consciencia como irrelevante, como pérdida de tiempo.
Los objetivos, te recuerdo deben ser pocos pero fundamentales, ordenados y con plazos de realización y fundamentalmente deben surgir del deseo, y no de la necesidad… ¡que pasión vas a insuflar con la necesidad de por medio!
Te pongo con un ejemplo: No tienes un duro, y necesitas optar para un puesto más arriba en el escalafón de la empresa, que no te satisface. Esto es una necesidad, nunca un objetivo vital. Si decides romper con tu forma de vida actual, por ejemplo, eliminando o reduciendo necesidades materiales, y en paralelo buscando una ocupación que te llene, ¡¡ese si es un objetivo vital!!Aquí ya os introducido la pasión, la alegría, la esperanza, la perseverancia… Hay que evitar que los arboles no nos dejen ver el bosque, necesitamos ser sinceros con nosotros mismos…
Creo que en cualquiera de nuestras actividades primordiales de la vida tenemos que tener un propósito que alcanzar, debe estar bien marcado con nuestro GPS vital, y que nos llevará a visualizarnos realizando ese sueño, mediante la visión.
Si escribimos nuestra visión, se podría ir modificando nuestro deseo, nuestro sueño, evitando que se quede en un recuerdo vago y perdido entre otros muchos pensamientos, o sueños…
Escribirlo nos ayudará a transformar sueño en realidad. Se convertirá en el espejo de donde queremos estar en el futuro, y nos será muy útil para reflejar la imagen sobre nosotros mismos y comparar realidad y futuro.
Seamos honestos con nosotros mismos y autoanalicemos nuestra situación, el camino del éxito se nos irá mostrando con mayor claridad que antes.
¡Venga! coge lápiz y papel…