Se que es difícil, bastante complicado, mostrarnos tal y como somos, exteriorizando nuestras sensaciones más intimas, sacando nuestros sentimientos a flor de piel y compartirlos con nuestros semejantes, con los cercanos y con los que lo son menos…
Gran parte de este problema lo tiene nuestra cultura, la que dicen en llamar occidental y también la oriental, que nos la ha metido en nuestro ser en forma de chip. Quizás sea una manera de protección milenaria ¿ante que? ¿o ante quién?
No sé la respuesta, quizás tú me puedas ayudar a descubrir de donde procede este «blindaje emocional»…
Lo que si tengo claro que si queremos zambullirnos en el éxito feliz, debemos antes despojarnos de nuestra «armadura de corazón»,para no asustar a nadie con nuestra apariencia de guerrero samurai, para movernos sin tanto peso encima y ser más ágiles con los demás, para poder abrazar sin dañar a nadie, para poder besar sin trasmitir la frialdad de ese «acero» que nos «protege».
Además tenemos que manejar nuestra mente, cada uno de nosotros somos distintos. Con inteligencias diferentes.
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Hoy solo quiero que pensemos un poco… ¿nos merece la pena mostrarnos a los demás detrás de una cortina? Creo que todos tenemos esa respuesta ¿verdad? Pues si es así ¿Por qué no pasamos a la acción? ¡Sonriamos!, ¡abracemos!, ¡digamos a los demás lo bueno que tienen, lo mucho que nos agrada estar con ellos…!
Te quiero dejar con un vídeo grabado en los países nórdicos, que personalmente me ha llegado, donde estos «fríos» ciudadanos nos dan una lección de lo que es cercanía, calor y reconocimiento público a un anónimo conductor de autobuses… ¿no sería así más fácil todo?
¡que tengas un buen día!
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=14nmPmY0m84