….que yendo por el monte, resbaló y cayó por un precipicio, consiguiendo asirse de milagro a la rama de un árbol en el saliente de una roca. Allí agarrado y asustado grito desesperado:
-Socorroooooo, hay alguien ahí que pueda ayudarme, socorroooooooooooooo¡¡¡¡¡-
De repente se oyó una voz profunda, serena y amorosa que le dijo:
-Hijo mio, soy Dios, Tu Padre, no temas. Suéltate tranquilo que yo te recojeré y te dejaré en el suelo sin que sufras daño alguno. Confía en mi-.
A lo que el excursionista respondió nervioso:
-Si ya, pero……. ¿hay alguien más ahí?-
Y yo me pregunto: ¿Que tardaremos en reconocer de donde viene la verdadera ayuda?
Que tengas un feliz día
QDTB