César Álvaro

En primer lugar quiero agradecerte de corazón que te hayas pasado por aquí, por este bonito proyecto en el que me lió mi gran amigo Enrique, el otro tipo que escribe en este sitio. Pese a que él esté en México y yo en España, ambos tenemos una conexión especial que creo y espero nunca se romperá.

Aunque me siento joven, tremendamente joven, nací ya hace una pila de años en Madrid. Soy un Aries que se crió en el seno de una familia «typical spanish», como tantas otras.

Mi infancia la puedo considerar tremendamente feliz, con unos maravillosos padres y unas encantadoras hermanas pequeñas que me permitieron desarrollarme y crecer en un ambiente que debo calificar como maravilloso … Allí donde estés ¡Gracias Mamá! y ¡Gracias Papá!

Mi adolescencia fue muy similar pese a los desengaños amorosos que ya sabéis todos que en esas edades son ¡Tremendos!

En el colegio y la universidad hice mis grandes amigos, los cuales algunos de ellos todavía siguen estando muy cerca de mí… gracias chavales. En la época universitaria es donde conocí a Enrique, con el cual ya desde entonces, congeniaba y compartía afición por la lectura además del deporte. 

Después de la universidad trabajé en en el sector financiero durante bastantes años, hasta que en un determinado momento y por diversas circunstancias, decidí “cambiar de vida”, me lié la manta a la cabeza para dedicarme a otros menesteres profesionales, pero fundamentalmente fue la época en la que empecé a bucear, con mucho ahínco y respeto, en mi mundo interior.

Te puedo decir que en mi vida, he tenido muchos momentos intensos y muy delicados. Y han sido en todos los campos. Aunque los más duros han sido siempre en soledad. En el silencio es donde he ido descubriendo quién soy en verdad, si es que soy alguien. Y ahí he aprendido a aceptarlo. Es ahí donde he librado mis grandes batallas.

Estas dolorosas fases me han arrastrado por el barro, pero si te soy sincero han conformado los pilares de mi verdadera escuela de vida. Y no las cambio por nada, me han permitido llegar a donde estoy.

Creo con absoluta rotundidad que no debo quejarme de cómo me ha tratado la vida, sino todo lo contrario, por lo que después de leer estas líneas, si venías buscando algo épico, dramático o asombroso, ya te habrás dado cuenta que no te puedo ofrecer eso, ni tampoco lo buscaba.

Creo que soy feliz por naturaleza y voy a morder por seguir siéndolo el resto de mis días.

¿Mis pasiones?

Podría decir decir de salida que soy un enamorado de la vida, y de la familia, y ¡tantas cosas!

Entrando en detalles empezaré por decirte que me apasiona la música. Desde U2 a la barroca, pasando por toda aquella que me hace emocionarme. También busco constantemente la belleza detrás de cualquier persona, cosa o momento.

Practico karate, aunque cada vez menos y me encanta el cine. ¿Viajar? donde sea.

Como experiencia, disfrutar de la comida japonesa me transporta a niveles casi místicos.… ¡Ah! Siempre estoy leyendo algo, intentando aprender y entender de qué va nuestro paso por este mundo. Me considero un aprendiz, un buscador de respuestas a las preguntas que me hago…

Hoy por hoy tengo algo que me vuelva loco, y es andar rodeado por la naturaleza, los baños de bosque, donde consigo conectar de una manera profunda con mi esencia, conmigo mismo. Algo que también consigo a través de la meditación.

Desde hace no mucho soy adicto al chocolate puro, menos del 99% de cacao no me sirve. Si me lo dicen hace años, no me lo creo. El dulce era mi vía de escape habitual para atemperar mis problemas.

Para finalizar, espero de corazón que en estas páginas, de una u otra forma alguien encuentre alivio, ayuda o respuestas que le permitan mejorar su vida. Si eso ocurre me sentiré muy agraciado.

Creo que he de devolver al menos parte de lo que la vida me ha concedido. Y mi participación en este blog, escrito para tí, forma parte de esa restitución.

Gracias por estar ahí… y leernos.

¡Te deseo una maravillosa existencia!