Hoy solo quiero hacer un llamamiento, un grito hacia nuestro interior, hacia el tuyo, hacia el mío, para que no nos conformemos, para que intentemos vencer nuestras resistencias interiores y exteriores y dejemos salir nuestra verdadera personalidad.
Si, dejemos escapar ese ser que no está condicionado por su entorno, que no tiene que ponerse a mirar alrededor antes de hacer algo, para evitar el “qué dirán”. En muchos de nosotros lleva mucho tiempo encadenado, sin disfrutar de la libertad para mostrarse al mundo como es en realidad.
Huyamos del pasado que nos atenaza, del miedo al futuro, de la esclavitud del dinero, de ¡todo lo que nos atenaza! y vivamos el ahora, realizándonos con honestidad y felicidad, si otros han alcanzado sus sueños ¿por qué no nosotros?
Si no has alcanzado la felicidad, tienes que replantearte cuál es tu verdadera motivación en esta vida ¡hazlo! hoy te quiere poner el ejemplo de alguien valiente , como esta persona hay miles por lo que ¡anímate!
Hacía muchos meses que no leía la prensa financiera y menos en inglés, pero buceando por el océano de internet se plantó delante de mí, y por algún motivo, un reportaje que llamó mi atención (recuerda que “las casualidad no existen” te recomiendo su lectura pulsando sobre el titulo si no lo has hecho ya).
La noticia fue publicada por “The Wall Street Journal” sobre una analista de banca e inversiones de Hong Kong que pese a ganar un magnifico salario al año decidió convertirse en profesora de Yoga haciendo un cambio de rumbo radical en su vida. Modificó hábitos, simplificó su vida (¿leíste “simplifica tu vida”?) se preparó de forma concienzuda y seis meses se sintió feliz y liberada.
Lucha por tus sueños, nunca es tarde para comenzar.
A continuación te transcribo el artículo, y para el que prefiera leerlo en inglés que pulse sobre el nombre del periódico donde se publicó, el WSJ.
“Tingting Peng llevaba trabajando en la banca de inversiones unos meses, cuando comenzó a sentirse mal. Cuando salió de la universidad comenzó a trabajar como analista de banca de inversión de Morgan Stanley en Hong Kong a con 21 años de edad. El sueldo era elevado para alguien de su edad – 50,000 dólares de sueldo base más bonus – pero el trabajo la comenzó a consumir. «Después de seis meses, me sentía agotada,» dice ahora con 26 años.
Poco a poco, su salud comenzó a empeorar. Un brote de la gripe se transformó en otro, con virus estomacales de por medio. «Estuve enferma durante semanas, pero me automedicaba e iba a trabajar,» dice la Sra. Peng. Descontenta y agotada, gastó miles de dólares en ropa, bolsos y zapatos que no necesitaba.
«Yo buscaba cosas superficiales que me hicieran sentir mejor», dice. Después de dos años dejó Morgan Stanley, trabajando en puestos similares durante otros dos años más . Cuando el último – como analista de investigación en un fondo de cobertura o hedge fund – finalizó, se tomó un descanso y se fue a ver a su familia en Boston.
La idea de comenzar su propio negocio de fitness comenzó a cristalizar poco a poco. El ejercicio fue la única cosa que la motivó a seguir durante su periplo de cuatro años por el mundo financiero. «El yoga», dice ella, «me guió a través de un período muy complicado».
Regresó a Hong Kong en la primavera de 2009 con un plan para crear un negocio de yoga y entrenamiento personal. Sin experiencia en este terreno, volvió a la escuela. Realizó un curso de seis semanas por 2500 dólares, obteniendo una certificación en Yoga de Extremidades; un curso de cinco semanas de entrenador personal en Hong Kong que le costó 650$ y también trabajó como consultora financiera freelance con sede en Singapur para la empresa Accelera Management, que le ayudó con su visa de trabajo en Hong Kong y le pagó una pequeña pero constante renta.
A pesar de los 370.000 dólares en salarios y bonos que había ganado en el total de sus años en la banca de inversión, no tenía ahorros para suavizar su transición. Lanzó su compañía, Lotus Iron, con cerca de 2.000 dólares, incluyendo 400$ para imprimir tarjetas publicitarias que ella misma distribuyó. «Fue un gran esfuerzo», dice.
Para cortar sus gastos, la Sra. Peng se mudó de su apartamento en el distrito del Soho de Hong Kong a un pequeño estudio, la reducción de su alquiler mensual fue de 2.300 a 650$.
«Disfruté realmente simplificando mi vida«, dice ella. Seis meses más tarde, la Sra. Peng tiene 12 clientes y da ocho clases de yoga a la semana en hoteles locales y clubes de fitness. También trabaja para Create Asia Land, una empresa de Hong Kong, contribuyendo a crear un programa de salud y yoga para su centro vacacional, Sukha Samui, en Koh Samui, Tailandia.
Hoy en día, la Sra. Peng gana un tercio del salario que tenía en el mundo de finanzas, pero ella es feliz. «Yo sé lo que aprecio ahora, mi salud, hacer algo que me encanta y me apasiona, y tener el apoyo de mi familia y amigos«.
¡Qué empieces con buen pie la semana!