Este término japonés, habitualmente utilizado en el mundo de la empresa, es considerado a nivel académico como una metodología de incremento de calidad corporativo, de reputado prestigio.
En las empresas se aplica como un sistema de progreso que haga evolucionar de forma positiva la eficacia, la calidad del producto, los costes y el ambiente de trabajo. En definitiva la de introducción de pequeñas mejoras continuas en los procesos, de una manera incesante.
Partiendo de su que en su origen etimológico, Kai significa cambio, y zen mejora. Es una técnica nacida a partir del zen, que toma como base su filosofía, convirtiéndose en una manera de vivir. El Kaizen Vital, que es el que a nosotros hoy nos interesa, debería ser un tatuaje que todo buscador del éxito feliz, llevase impreso en su alma, hasta fundirlo con su ADN… nos puede valer para nuestra vida personal, y la profesional, si es que queremos diferenciarla.
El Kaizen tiene su importancia para acelerar procesos, como el crecimiento personal, espiritual o profesional, factor de aceleración que nos puede venir de perlas para acercarnos lo más posible a la excelencia.
Algunos de los componentes del Kaizen son viejos amigos nuestros como la constancia, la paciencia o la perseverancia. La constancia, puesto que para llegar a algún sitio hay que recorrer el 100 por 100 del camino, no podemos bajarnos del barco a mitad de travesía. Asimismo cualquier cambio requiere paciencia para aclimatarnos a las nuevas circunstancias y tesón para alcanzar el puerto.
En el Kaizen, los grandes cambios parten de pequeños pasos, que efectuados de manera tranquila pero sin pausa, nos van a permitir eliminar resistencias que mentalmente nos creamos y que nos impiden alcanzar el resultado. Poco a poco, y tras el análisis de nuestro interior con minuciosidad, debemos implementar procesos endógenos que nos faciliten alcanzar el objetivo.
Se trata de un pequeño cambio suplementario cada día, dado que es más sencillo de conseguir, y evitamos el desánimo. Desde luego que no es fácil, pero en todos los ámbitos de tu vida un pequeño cambio diario puede representar al cabo de meses, un salto evolutivo significativo.
Debemos tener en cuenta que quienes están abiertos a nuevos horizontes, suelen ser los que alcanzan niveles más altos de realización en todos los campos de la vida, ¿a que jamás has admirado a personas de mente cerrada?
El Kaizen vital, al igual que las artes marciales, requieren de guía, práctica y una firme voluntad de logro. El aprendiz va descubriendo las leyes que rigen el tejido de la vida, y con entrenamiento se va comprometiendo a obtener los mejores resultados, en este caso de nosotros mismos.
El admirado Anthony Robbins comentó:
«El camino hacia el triunfo puede describirse así, saber a dónde se quiere ir, emprender la acción, ir viendo los resultados que se obtienen y mostrarse flexible para realizar cambios hasta alcanzar el éxito».
De esta frase, podemos acabar resumiendo en grandes trazos los principios del Kaizen: planificar, realizar, evaluar, accionar.
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¿Cuándo empezamos?