La ética del Mariscal de campo

La ética del mariscal de campo
Últimamente he ido notando que sobre mi conciencia se van acercando cada vez más nubarrones respecto a la ética que nos rodea.
 Digo esto pues cada vez es más habitual el tipo de noticias tales como «Fulanito derrocha dinero publico amueblando su despacho»»‘Subida de los salarios de altos cargos en tiempos de crisis»»Despido de 200 empleados en empresa mal gestionada» … están a la orden del día y de la indignación hemos pasado a la indiferencia ¡Craso error!
 Este país necesita un cambio radical de dirigentes, y cuando digo esto no me refiero a las personas, las cuales no entro a valorar, ya se significarán ellas solas, sino a lo estilos de gobernar o dirigir de los múltiples gobiernos que tenemos (estatal, autonómicos, municipales…)  
Dejo una pregunta…Si en otros países se logra gobernar con más eficiencia, con menos cargos ¿por qué nosotros no lo hacemos? 
Esto se podría extrapolar al mundo de la empresa, donde hoy en día, por poner un ejemplo los dirigentes de entidades financieras, los que han llevado por sus prácticas, sus estilos de dirección y sus politicas de concesión de  créditos, entre otros, a estas entidades a situaciones muy complicadas de solvencia, se aferran a sus cargos, anunciando, eso si, que es posible que en la futura fusión se produciran despidos de cientos de empleados. ¿No es el capitán el último que debe abandonar el barco? O estos tipejos se lo toman al pie de la letra, o quizás he visto demasiado cine sensiblero…¿ No?
 Si se llega a ese punto, es porque hoy en día el cortoplacismo, bien pensando en futuras elecciones, o por la presión de la remuneración al accionista, hace que la ética brille por su ausencia, ¡hay que generar beneficio!, ¡hay que llegar al objetivo cueste lo que cueste!, ¡caiga quién caiga!.
 Esta terminología tan bélica que he usado refleja, lo que ciertos mariscales de campo arengan a sus huestes, pidiéndoles austeridad, más compromiso, y lucha… eso sí, desde sus doradas y confortables butacas, viendo la pélicula, desde arriba, y sin que una gota de sudor aflore a su frente…
Nuestros dirigentes deben ser lideres, con todo lo que ello implica, honradez, ética, implicación, perseverancia y visión.
Con  sinceridad, creo que podemos y debemos tener excelentes lideres, y afirmo con rotundidad que ya existen y todos conocemos a muchos de ellos en nuestro entorno, a los que admiramos y por los que cruzariamos el Oceano a nado, si lo requiere la situación… ¿Por qué lo hariamos? Por qué ellos estarían cruzandolo junto a nosotros.
La austeridad se debe demostrar desde arriba, si se pide honradez, se debe vestir con un traje de esa deseada marca, la ética debe estar siempre encima de cualquier decisión a tomar, la implicación se debe demostrar…nuestros dirigentes se deben remangar la camisa ¡Eso es un lider!
Creo que debemos empezar a tomar conciencia de lo que necesita el país, las empresas, y las personas de esta tierra, que no es más que honradez y ética al frente. De esa forma llegaremos a donde nos propongamos. 
Entre todos debemos empujar el coche al taller, después de la avería que nos ha producido esta crisis, pero, entre todos, con honestidad, sabremos sacarlo adelante.
 

César Álvaro

Enamorado de la vida y sus circunstancias. Trabajando día a día por desentrañar y entender los secretos de la existencia y el camino que surcamos por esta vida. Con muchos sueños por cumplir y muchísimas ganas de seguir disfrutando de mi paso por este planeta. ✔︎

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1 comentario en «La ética del Mariscal de campo»

  1. Narra Plutarco en sus Vidas Paralelas que Alejandro Magno en la Batalla del Rio Hidaspes -La última que libró contra los indios- distrajo una noche a sus oponentes, que mantenían la ventaja táctica del Río, vadeándolo con el grueso de su ejercito rio arriba. Desafortunandamente los Indios se dieron cuenta de la treta y obligaron a Alejandro a actuar con suma rapidez teniendo que vadear el río a pie en vez de en balsas tal y como había previsto. Alejandro fue el primero en entrar en el río helado e ignoto en su profundidad. Cuenta la historia que gritó a su ejercito “Ahora creeríais ¡oh Atenienses! cuántos trabajos aguanto por ser celebrado entre vosotros.”

    Existen mil y un libros que hablan sobre el liderazgo (casi tantos como los de autoayuda)y la realidad es más simple que todo eso. Liderazgo es ejemplo como tu bien dices César. Y ese ejemplo debe estar cimentado en la moralidad y la honestidad con uno mismo (!que difícil es esto!)y de aquí se deriva el compromiso y la acción.

    Yo, como tú, pienso que este País está anestesiado en su autocomplacencia de fin de semana, absorto en mirarse en el espejo de la televisión basura. Que Belén Esteban sea un fenómeno mediático y Carlos Sainz solo merezca una mención en las páginas de deportes da la medida de nuestra podredumbre moral.

    Si a eso le añadimos una clase política que no sé si es un castigo y divino o tristemente es la que nos merecemos. Un gobierno estólido y desnortado y una oposición inane sentada a recoger los restos del naufragio son los lideres de este País, cómodos en este Statu quo que les garantiza seguir pisando moqueta gobierne quien gobierne pero con un miedo atroz a resolver realidades incomodas.

    Pero no nos solacemos más en nuestra desgracia, ¡esta guerra hay que ganarla! Así que ¡en pie y adelante!.

    Y como liderazgo es ejemplo y hoy estamos cuartelarios propongo el apasionante y nada políticamente correcto ejemplo de las vidas y obras de dos de mis personajes favoritos: Hernán Cortés solo con 100 hombres ante 10.000 Aztecas en Otumba o Erwin Rommel y sus proezas militares en África del Norte. Otro día hablamos de ellos y de su liderazgo.

    Excelente post Amigo mio.

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