¡Soñando que es gerundio! ¿Sueñas mucho?.
Me refiero a soñar despierto, porque dormido soñamos todos. La gracia está en soñar despierto.
Soñar conscientemente, imaginarnos con el mayor lujo de detalles, sintiendo la emoción, la realidad del momento y siempre en tiempo presente, es la mejor manera de decirle al «universo» que se ponga en marcha y nos traiga aquello que soñamos.
Ya comenté lo que para mi es una realidad enorme y es aquello que dijo el bueno de A. Einstein: «La imaginación lo es todo, es la visión anticipada de lo que nos ha de acontecer a continuación” ¡Así que tu verás que es lo que imaginas!
La mente subconsciente no distingue entre lo «real» y lo imaginario, de manera que si somos capaces de cerrar los ojos, soñamos e imaginamos, visualizando con el mayor lujo de detalles lo que queremos conseguir, se generará una emoción que la mente identifica como una orden que ha de convertir en tu realidad física. Como quien hace un pedido por Internet. Eliges lo que quieres y rellenas las casillas. Pues aquí eliges lo que quieres, visualizándolo en tu mente y en vez de rellenar casillas generas la emoción de como te sentirás siendo o teniendo aquello que deseas. El problema esta en que al revés también funciona, es decir si te da por dejarte llevar por miedos y tonterías varias, de manera que en tu mente las empiezas a sentir con emociones como reales, la mente se encargará de que tarde o temprano, así sea. ¡Así que ojito con esto!
Por esto es importante mantenerse alerta de nuestros pensamientos. Todos sabemos que cuando dejamos entrar un pensamiento negativo y lo dejamos acomodarse en nuestra mente automáticamente por el «efecto imán» empiezan a llegar más pensamientos del mismo signo. Llega un momento en que son multitud y ya ni nos acordamos como empezaron a invadirnos. La buena noticia es que al revés pasa lo mismo¡ Gracias a Dios! Visto lo visto, ¿en que decides que vas a pensar?
Se han hecho pruebas científicas de todo esto, no se trata pues de «idas de pinza» de algún gurú fumado de la nueva era. ¡No señor!
Científicamente se ha demostrado que se generan las mismas sustancias químicas en el cuerpo cuando este reacciona ante una situación vívida y real que cuando esta situación se imagina y se visualiza «sólo» en la mente, cómodamente sentado en el sofá de tu casa. La mente subconsciente parece que no distingue.
Al fin y al cabo el proceso es el mismo, lo vivas físicamente o no, todo sucede sólo y exclusivamente en nuestra mente. La única diferencia es que unas veces lo hacemos de manera inconsciente o automática y nos pasa lo que nos pasa, y otras de manera consciente y controlada, y nos pasa lo que queremos que nos pase.
A esto se refieren cuando escuchas que la realidad y las cosas que suceden son el efecto y no la causa de nuestros pensamientos. Es decir primero nos pensamos, nos creemos unos desgraciados y entonces nos pasan desgracias y no al revés. El «problema» es que no nos hemos parado a hacernos conscientes de lo que en verdad pensamos y creemos, porque una vez nos ocurrió «algo que nosotros catalogamos como desgraciado» y desde entonces nos pensamos y creemos unos desgraciados. Y esto querido amigo, no funciona así, si no completamente al revés.
Las cosas que suceden no tienen un signo positivo o negativo en si mismas, aunque a ti te lo parezca así.¡Piénsalo detenidamente! Lo pensamos y los sentimos así debido a lo que nos han dicho que debemos sentir y pensar al respecto de determinados hechos y situaciones de la vida. Pero ya somos mayorcitos, y nadie nos dice como tenemos que interpretar la realidad de las cosas que vemos. ¡Aunque nos llamen locos por esto! Es verdad que habrá que hacer un esfuerzo de reprogramación, pues hagámoslo ¿no?
Sucede como si el universo pusiese a prueba nuestras creencias, nuestra determinación y nuestra fe hasta que esto ya no sea necesario porque el universo haya entendido que por fin, nos hemos dado cuenta que nada ni nadie conforma nuestra realidad y experiencias sino nosotros mismos.
¡Elige bien tu sueño, no le pongas límite ninguno y suéñalo con todo lujo de detalles y vuelve a soñarlo una y otra vez, y verás que empezarán a suceder cosas! Sueñalo en presente, a toda pantalla, a todo color y en alta fidelidad. Imprímele las emociones que quieres sentir, y siéntelas, disfrútalas, regodéate en ellas y ya verás. Y empezaran a ocurrir cosas que te acercarán a tu sueño.
Pero una cosa más, si por un casual sucede algo imprevisto, recuerda mirarlo tan sólo como una prueba de fe y determinación, que le confirme al Universo que ese es en verdad tu sueño y que eso es lo que en verdad quieres ser o tener. Solo se te pide eso. Así funciona.
¿Por qué hacerlo difícil siendo tan fácil?
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