Hace un par de días daba una vuelta por el vips de al lado de casa. No iba con intención de comprar nada. Sólo dar una vuelta. Ver los titulares de prensa, algún libro de bolsillo interesante y poco más.
En el centro de la tienda tienen un cajón grande lleno de cds y dvds. Estaban todos bien ordenaditos, excepto un dvd que sobresalía en todo ese orden, como queriendo llamarme la atención. Se trataba de la versión en película del libro de Richard Bach, «Juan Salvador Gaviota«.
Que casualidad -de nuevo-. Días atrás había salido dicho libro en varias conversaciones con diferentes personas amigas mías. Así que, evidentemente, lo compré. No me quedaba otra, ¿no?. A 5,95 €. Buen precio.
El título de esta entrada es una frase que Juan Salvador – una gaviota joven que quiere aprender a volar de verdad siguiendo su voz interior – piensa mientras ve como sus iguales se baten en lucha encarnizada por la comida en un vertedero de basuras.
No te voy a contar la película. Mejor es que la veas o que leas el libro. ¡Casi mejor!
Déjame que te pregunte, entre tu y yo, nadie nos oye ni nos ve: ¿Qué crees tú que es la vida?
Quizás pienses que hoy me levanté en rollo » profundo», quizás si, ¿quien sabe?. Pero en verdad yo creo que hasta que no nos planteemos este pregunta y tengamos voluntad de contestárnosla, lo único que iremos haciendo por el mundo y en esta vida es ir dando palos de ciego.
Por eso yo entiendo que el éxito, empieza haciéndote esta pregunta: ¿Que creo que es la vida para mi?.
Y digo bien, cuando digo «para mí», y no «para los demás». ¿Que quiero hacer con mi vida?
Si salimos a la calle, hablamos con la gente, ponemos la tele o leemos la prensa, parece que nadie quisiera plantearse esta simple y crucial pregunta. Parece que todos fuésemos tras el «dorado», tras una casa más grande, un coche mejor. Tras un aparentar, sin más. Pero sin embargo, esto está cambiando.
En cuanto rascas un poquito, la gente reconoce que nada de eso les hace felices de verdad. No es que sea malo, tener y conseguir cosas, sean las que sean, lo malo es creer que en esas cosas estará nuestra felicidad y paz interior.
Por supuesto que es lícito y bueno, tener aquello que nos hará la vida mas cómoda, pero no creo que debamos olvidar que tan sólo son cosas. Muchos que consiguieron grandes éxitos se reconocieron tremendamente infelices hasta que empezaron a compartirlo con sus semejantes.
Bill Gates, puede ser un ejemplo de esto. Según leí destina casi el 50% de sus ganancias multimillonarias a organizaciones benéficas. Imagino que nada le podrá hacer más feliz que saber que puede ayudar a otros, que nada tienen, a conseguir un granito de felicidad y bienestar.
¡Compartir es la clave!
Recuerdo que cuando era joven – «más joven, ¡jeje!» – imaginaba que me tocaba la lotería y soñaba con todo lo que podría hacer con ese dinero. «Compraría esto y lo otro y también esto y esto…..». No se, pero recuerdo que aunque solo estaba soñando no acaba de sentirme bien. Pensaba que si podía comprarlo todo, sería feliz. Jajaja…..¡que tonto!
Mil veces se ha dicho que el dinero lo compra todo menos la Paz, el Amor y la Felicidad. ¿Pero es que acaso hay alguna otra cosa más?.
Con los años me he dado cuenta de qué es para mi el éxito y de qué es para mi la vida. Y sigo aprendiendo.
Llevas escrito en ti la respuesta a todas las preguntas. Solo debes hacértelas honestamente y escuchar la respuesta. Querer escucharla y las sentirás en tí. No hay nada que temer. Te harán sentirte bien como nunca antes te sentiste.
Y a partir de ese momento ya sabrás que tienes que hacer y el éxito estará garantizado. No puedes fracasar. Ya sabes que el fracaso no existe. Solo para aquel que abandona. Y no va a ser nuestro caso.
¿Verdad?
Gracias Mr. Bach.
Excelente!
He leído el libro que mencionas en dos oportunidades.
Juan Salvador gaviota es un pequeño, gran libro pues se lee en pocas horas pero el mismo es toda una enseñanza.
Gracias por recordarmelo.
¡Gracias a ti Leonor!