¿Sabes?, llevo un tiempo viendo venir un cambio de conciencia en muchos de nosotros. Veo que llevamos tiempo ya cansados del viejo paradigma que nos empuja adelante hacia un lugar al que en verdad no queremos llegar pagando tan alto precio. El precio de nuestra paz, de nuestra felicidad y nuestra libertad.
Estoy notando que ya no buscamos el dorado y las cosas materiales que este nos puede proporcionar. Nos hemos dado cuenta que esas cosas no llenan el vació interior en el que nos encontramos y si bien lo hicieran por tan solo un instante, en seguida corremos a querer llenar el vació con la siguiente cosa que podamos comprar o conseguir.
Nos estamos dando cuenta que la vida no es esto que algunos nos han dicho que es. Y muchos estamos decidiendo echar el freno, aquietarnos, tomar aire y replantearnos que queremos hacer con nuestras vidas.
Muchos entendemos el sin sentido de un mundo en el que todos corremos hacia sitios que no nos llevan a ningún lugar y en el que no nos encontramos realmente a gusto. Un mundo en continua y constante lucha, conflicto interior, deseos incumplidos, miedos absurdos y falta de paz.
Hace tiempo leí una encuesta que decía que lo que la mayoría de nosotros deseaba tener por encima de todo era paz. Es curioso que la mayoría reconozcamos esto pero que apenas tan solo unos pocos vayan en verdad tras ella. Mientras, los demás corremos tras un nuevo trabajo con mayor sueldo, una mujer mas bella, una casa mas grande, mayor reconocimiento social y una cuenta bancaria más gorda.
Las cosas están cambiando. El mundo esta cambiando. Somos muchos los que lo venimos notando. El éxito ya no está en correr tras el dorado y la vida no es ya más un tener cada vez más cosas. El éxito empieza a ser el conseguir la paz interior y disfrutar de la vida en amor y dicha.
Empezamos a recordar cuan poco necesitamos para vivir en paz, empezamos a recordar cuanta dicha y abundancia hay en dar sin esperar nada a cambio, empezamos a bajar el ritmo y a fijarnos en la belleza del paisaje cuando vamos más despacito.
Empezamos a darnos cuenta que no necesitamos apenas nada de lo que hemos ido atesorando y sobre todo que nada necesitamos del lastre emocional que hemos ido acumulando todos estos años atrás formado de tanta ansiedad, miedos, culpas, resentimientos, incertidumbre y prisas vanas.
Las cosas están cambiando. Sin duda así es.
Personas que hace unos años solo te hablaban de dinero y proyectos empresariales hoy te miran a los ojos y te abren su corazón, y te reconocen que están perdidos pero que empiezan a sentirse en paz dentro de si mismos y confiados en lo que está porvenir y que no tienen miedo. Empiezan a despertar.
Allá donde voy me encuentro gente así, gente que se esta volviendo más consciente del sin sentido del mundo que hemos fabricado sin darnos cuenta de ello. ¿A qué tanta prisa? ¿ Para llegar en verdad a donde?¿ A qué tanta ansiedad y tanto miedo?
Gentes que dejan las ciudades a pos de la paz del campo y la naturaleza, en busca de una vida tranquila, alegre, sencilla y sana, en contacto con la naturaleza y la vida misma sin querer tenernos miedo los unos a los otros.
Siento que se aproximan tiempos de cambio. Tiempos que traerán nuevos y ricos aires pero no sin antes romper con lo viejo, romper con lo anterior. Con el viejo mundo y con el viejo «yo».
Hemos estado viviendo en función de lo que otros han considerado su verdad, pero ahora noto que estamos despertando a la realidad y lo que nos dijeron otros ya no nos vale, ahora solo nos vale aquello que sentimos dentro de nosotros, esto y nada más es lo que nos vale. Ni iglesias, ni gobiernos, ni instituciones, ni falsos maestros , ni líderes carismáticos, solo lo que sentimos que es verdad en nuestro interior.
Empezamos a confiar en lo que llevamos dentro, ya no queremos seguir corriendo de un sitio a otro sin saber el por qué. Empezamos a pensar menos y a sentir más y esto es una muy buena señal.
Las cosas están cambiando. Sin duda es así.
No s� si compartire tus ideas, pero en algo coincido contigo: algo est� cambiando, y creo que para mejor 🙂