No me cansaré de insistirte en que la clave de conseguir cualquier cosa o estado en esta vida está básicamente en dos cosas: El diálogo interior y tu sistema de creencias.
En esta entrada permíteme que me centre en el diálogo interior, es decir, el que mantienes tú contigo mismo. El resultado de cualquier cosa que emprendamos va a depender de como nos tratemos y hablemos a nosotros mismos.
¿Eres tú tu mejor amigo? o ¿tan sólo te soportas y sólo a ratos? o lo que es peor ¿te caes como una patada?.
Todo tiene un por qué, es decir una causa y todo tiene un para qué , es decir un efecto.
Si tu diálogo interior es genial, positivo, proactivo, paciente, resolutivo, comprensivo, inspirador, motivador y creativo, esta entrada no es para ti pero si no, sería bueno que te planteases por qué tu diálogo interior no es el adecuado de manera que siendo así te haces daño en vez de ayudarte. ¿Parece un tanto absurdo, verdad?. Pero claro si no te caes bien ¿Por qué ibas a ayudar a alguien que te cae mal?
Míralo así, ¡eres todo lo que tienes!. No tienes más que a ti mismo. Y aunque a ti te lo parezca no tienes ningún motivo para no adorarte. Piénsalo bien. ¿Por qué no te adoras a ti mismo? ¿Por que no empiezas a tratarte como a tu mejor amigo?¿ A que a él si que lo tratas bien?
Mira hayas hecho lo que hayas hecho hasta ahora, hiciste lo que pudiste al igual que todos. No digo que estés orgulloso con todo tu pasado, ¿pero que culpa tienes si hiciste lo que pudiste o lo que supiste o lo que creíste?
Vale ya de maltratarte a ti mismo, como si fuéramos nuestro peor enemigo. No quiero ni un solo pensamiento negativo de ti mismo en esa linda cabecita tuya. Sea lo que sea en lo que estés metido, tu puedes con ello. Eres el mejor, eres único e inigualable. -¡Esto vale también para los gemelos!-. Nadie hace las cosas como tú las haces. Es tú estilo. La firma de la casa.
Eres el mejor, te esfuerzas y lo consigues, y si no, lo vuelves a intentar hasta que te deje de compensar el esfuerzo. Tú decides. Pero si no es en esta, será en la próxima y si no en la siguiente y si no, en la siguiente de la siguiente. No desfallezco. Y si me canso, descanso para continuar. Y si me caigo me levanto. Y si no les gusta pues que no miren. Y si no lo consigo, no pasa nada. Habrá merecido la pena. Paso página y a por la siguiente.
Una de las cosas «más chungas» de tener un diálogo interior negativo es que te rodearás de tus iguales y entonces apaga y vámonos. Lo mismo pasa si es positivo, menos mal. Si te rodeas de influencias negativas y derrotistas ese va a ser tu alimento. Niégate en redondo.
Ya sabes que aquello de lo que hablamos y pensamos se expande por el mero hecho de expresarlo, y atrae a pensamientos del mismo signo y llega un momento en que no sabes porqué pero todo lo que te llega y que tienes en la cabeza es de carácter negativo. !Vale ya¡
No te digas nada a ti mismo que no te ayude, que no sea positivo, inspirador, motivador y bueno.
Ayúdate a ti mismo, empezando a tratarte con cariño, aprecio, paciencia y comprensión.
Una frase que siempre me llamó la atención es aquella que dice: «Ama al prójimo como a ti mismo» y no al revés «Ámate a ti mismo como al prójimo». Estoy absolutamente de acuerdo. De manera que todo fluye de tu interior y hacia afuera y no al revés. Si no tienes, ¿qué es lo que vas dar?
Observarás también que con un diálogo interior negativo la gente alegre, interesante y de éxito te huye como alma que lleva el diablo. Es normal, ¿quién quiere a su lado lloricas derrotados lamiéndose las heridas que se arrastran por ahí como almas en pena. ¿Tu querrías pasar la tarde con alguien así?..¡¡Calla, calla!!. ¿Es que acaso crees que ellos no tuvieron y tienen errores, dificultades y fracasos a sus espaldas? ¿Quién te dijo eso? Si alguien te lo dijo, te mintió.
«Ya, pero es que yo»-…¡pero es que tú nada!. Vale ya de excusas y ponte las pilas.
Y sobre todo quiérete. Quiérete mucho, pase lo que pase y le duela a quien le duela.
Con mucho cariño desde Un Universo Mejor.
Excelente me llegó como anillo al dedo. Infinitamente agradecida.
Gracias por tu fidelidad en la lectura de los post, y en los comentarios ¡Estamos encantados contigo!
Estoy totalmente de acuerdo. Yo también he llegado a esas mis concluisones.
Un abrazo