Recientemente en un curso en el que participaba y en el transcurso de una bonita discusión surgió la palabra asertividad como un lejano objeto de deseo de las personas que allí se encontraban.
Seguro que has vivido alguna situación en tu vida en la que por ejemplo querías haber dicho no a algo, y no lo hiciste, aunque sabías que deberías haber dicho lo que pensabas realmente ¿o aquella otra en la que que te sentiste avasallado por otra persona y acabaste diciendo o haciendo aquello que no querías decir o hacer?
Pues bien, tenemos buenas noticias pues este articulo va acerca de la asertividad, y de todo lo que la rodea para evitar que esa circunstancia se vuelva a repetir en tu vida, y de esta forma seas una persona con más habilidades sociales y por tanto más feliz.
¿Qué es la asertividad?
La diferencia básica entre ser asertivo y ser agresivo es la forma en que nuestras palabras y comportamientos afectan a los derechos de los demás.Sharon Anthony Bower
¿Cómo podemos saber si una persona es asertiva? Sus características
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Una persona con gran asertividad tiende a tener una autoestima alta y sana. Se trata de personas con una gran confianza en si mismos.
Los beneficios de la asertividad
Convertirte en una persona asertiva puede traerte muchas ventajas frente a no serlo:
- La asertividad nos permite aumentar la sensación de control sobre la realidad que nos rodea y sobre nosotros mismos.
- El mejorar nuestro control sobre nosotros mismos nos ayuda a mantener la autoestima en niveles altos.
- Nos ayuda a mejorar nuestra comunicación, buscando la concreción y no la divagación cuando hablamos. Nuestra confianza en nosotros mismos se incrementa notablemente de esta forma.
- Mejora el bienestar y la satisfacción vital.
- Provoca una mejora en las relaciones interpersonales que es fruto de una mejor comunicación, honestidad y sinceridad.
- Nuestro conocimiento interior mejora también así como nuestra gestión emocional.
- Permite la resolución de conflictos de una manera menos dolorosa para ambas partes.
Variables que influyen en la capacidad asertiva
El nivel de nuestra autoestima
Lectura obligatoria: Manual práctico para subir la autoestima
Condicionantes culturales, empresariales, familiares y genéticos
Situaciones de estrés.
Cuando estás en estados de estrés o ansiedad tu visión de la realidad se altera, provocando estados alterados de consciencia que pueden disminuir tu autoestima.
Las 7 claves más efectivas de mejorar tu asertividad
1. Modifica tus pensamientos
2. Técnica del sandwich
3. Entender que si no lo dices, es complicado que te lean la mente.
Ninguno de nosotros somos el centro del mundo del cual todo el mundo está pendiente. tenemos que tener claro que expresando lo que queremos decir, facilitamos el camino al entendimiento y evitamos que se repitan muchas situaciones vividas que no son del todo de nuestro agrado. Por favor, expresa tus ideas, deseos, sentimientos y necesidades con claridad. No presupongas nada, es muy complicado conocer bien a alguien.
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4. Ten presente siempre tu objetivo.
Cuanto más claro tengas lo que quieres obtener, mucho más probable será que lo llegues a conseguir. En cualquier conversación o negociación tenlo siempre en mente. Tu objetivo es el que te has fijado, no el de ganar una discusión en muchos casos estéril. Se muy especifico para defender mejor tus necesidades. Una vez tengas un objetivo, no te apartes de él.
5. Añade razones a lo que estás solicitando.
Al dar a tu interlocutor motivos concretos, lograrás que tu mensaje sea mucho menos agresivo y con mayor poder de convicción. Motivos llenos de sentido común son muros de protección que levantarás en la defensa de tus derechos asertivos.
6. No acuses a la otra persona.
Defiende tus derechos desde tu punto de vista, no desde la posición de tu interlocutor. Si le acusas directamente se puede sentir atacado y no sería lo mejor para lograr tu objetivo.
Permíteme un ejemplo:
Has estado insoportable esta semana.
Me he sentido incómodo por como me has tratado esta semana.
Creo que todos tenemos claro que la segunda forma de decir lo mismo es mucho más adecuada ¿no crees?
La clave es usar “Yo” en lugar de “Tú”, y estar siempre focalizado en el problema que tienes, no en acusar o culpar a la otra persona. Normalmente cuando usas el «Yo», este suele ir asociado a una emoción, y nadie podrá discutirte jamás como te sientes.
Las emociones crean procesos empáticos que podrán acercar posiciones y hacer una relación mucho más cercana y positiva.
7. Acompasa tus lenguaje verbal y corporal.
Si eres capaz de aunar tus palabras con tus movimientos y estados corporales tu mensaje se dotará de mucha mayor fuerza, lo cual será percibido por tu interlocutor.
También será percibido por tu mente por lo que el refuerzo será aún mayor. Es decir si quieres dar un mensaje asertivo, debes mantener una posición tranquila, erguida y firme que aderecen el mensaje.
El consejo que te doy es que vayas poco a poco, probando con interlocutores a priori más sencillos con problemáticas a resolver sencillas y que según vayas teniendo éxito subas de nivel. ¡No se gana un mundial en un partido!
8. Conoce y defiende tus derechos asertivos.
A continuación te dejo con una lista los derechos asertivos básicos de las personas. Todos los poseemos aunque alguno de ellos no los hayamos usado nunca y no tenemos que renunciar a ellos jamás.
Tener presente, manejar e implementar en nuestra vida estos derechos asertívos nos ayudará a relacionarnos mejor con los demás y situarnos a la misma altura que nuestros interlocutores.
Como siempre me gusta hacer te invito a que los leas en tranquilidad, sin prisa, interiorizándolos. Piensa en momentos pasados donde te hubiera gustado ejercer estos derechos asertivos y trasládate al futuro pensando en situaciones en las que te podrán ser útiles.
Los derechos son estos:
1. El derecho a ser tratado con respeto y dignidad.
2. El derecho a tener y expresar los propios sentimientos y opiniones.
3. El derecho a reconocer mis propias necesidades, establecer mis objetivos personales y tomar mis propias decisiones.
4. El derecho a cambiar.
5. El derecho a decir “no” sin sentirme culpable.
6. El derecho a pedir lo que quiero, aceptando a la vez que me lo nieguen.
7. El derecho a pedir información y ser informado.
8. El derecho a cometer errores.
9. El derecho a obtener aquello por lo que pagué.
10. El derecho a ser independiente.
11. El derecho de gozar y disfrutar.
12. El derecho a triunfar.
13. El derecho a ser mi propio juez.
14. El derecho a decidir hacerme cargo, o no, de los problemas de los demás.
15. El derecho a dar o no explicaciones sobre mi comportamiento.
16. El derecho a no necesitar la aprobación de los demás.
17. El derecho de no ser perfecto.
18. El derecho a decidir no ser asertivo.
Vinculación de la asertividad y la empatía.
Ya sabemos en que consiste la asertividad ¿verdad? Bien, pues tiene una gran conexión con otra habilidad social, la empatía. Ya, pero… ¿Qué es la empatía?
La asertividad se arranca en las palabras que se pronuncian, y la empatía se inicia en las palabras que los demás pronuncian.
Excelente artículo. Me encantan todos los posts.
Interesante guía, me será de gran ayuda, gracias mil por aporte.
Excelente artículo, explican los conceptos de forma clara y amena. Muchas gracias